EL CASTIGO DE REBECA
Los Políticos / Por: Salvador Muñoz
Miahuatlán es un caso para Ripley!
Un vehículo oficial en día no laboral, es usado como transporte particular para un evento partidista. A ello agregue que de dicha unidad, descendió la Síndica de ese municipio para agredir a la reportera Verónica Huerta, quien de cierto modo, exhibió lo que podríamos llamar “uso indebido de los recursos públicos”. ¿Quieren más? La síndica, tras la agresión, “huyó” en la ambulancia del DIF municipal de Miahuatlán.
Las consecuencias hasta el momento, es que el DIF Estatal le retiró la ambulancia al Ayuntamiento por lo comentado en párrafo anterior.
Sí, a primera vista, parece un mero acto de justicia pero no…
La lógica nos dice que quien debe ser “castigado” o “castigados” en primer lugar tendría que ser el presidente municipal de Miahuatlán, Óscar Suárez Sánchez, quien es evidente, en contubernio (no se le puede decir de otro modo) con la Síndica Nellyda Anahí Bárcenas Vitte, usaron no sólo la ambulancia del DIF municipal, sino que hasta agarraron de chofer, a un policía local…
Y sin ser peritos en el tema, uno en su inocencia ciudadana consideraría que es seguro que alguna autoridad bien podría sancionar a este alcalde y síndica con una amonestación, suspensión, destitución y/o inhabilitación por los “cargos” aquí enunciados, pero hasta el momento, paradójicamente, el único castigado por las arbitrariedades, desmanes, abuso de las autoridades municipales, ha sido su Pueblo…
Al Pueblo de Miahuatlán, el DIF del Estado lo dejó sin ambulancia lo que implica para sus ciudadanos gastos e incertidumbre, porque es evidente que sin una ambulancia municipal al servicio de la comunidad, si tienen que trasladar a un familiar para su atención, tendrán que hacerlo en un taxi, por hacerlo más fácil, o contratar los servicios de una ambulancia particular… en pocas palabras, dejan a los vecinos de Miahuatlán entre la espada y la pared, sin deberla ni temerla.
Ojalá Rebeca Quintanar Barceló medite qué tanto daño puede hacer a una comunidad en aras de “castigar” al Presidente Municipal y a la Síndica quitándoles una ambulancia que ellos dieron uso político a todas luces y que ello derivó en una agresión de una funcionaria a una periodista…
Si les quita la ambulancia, entonces debería de haber de por medio igual una queja, no sé, ante el Congreso o bien, el diputado local de esa zona, llamar a cuentas al alcalde y a la síndica y por otro lado, entender que hubo una agresión que bien puede dar lugar a lo que desde un principio comentamos: amonestación, suspensión, destitución y/o inhabilitación de estas autoridades que hacen lo que quieren con los recursos materiales y humanos, y además de eso, son arbitrarios y prepotentes…
Aunque sobre todas las cosas, ojalá entienda doña Rebeca que el único al que no debe castigar, es al Pueblo de Miahuatlán.