En seguridad… Brutal emboscada en Coyuca de Benítez, Guerrero: Ejecutados altos jefes policiales y agentes
* Comando armado acribilla a autoridades y agentes, dejando una estela de violencia en Guerrero
Redacción: eltotonacapan.com / Xalapa, Ver.- Una violenta emboscada con un saldo mortal sacudió a la comunidad de El Papayo, ubicada en la Costa Grande de Guerrero, cuando un comando armado ejecutó al secretario de Seguridad Pública del municipio, Alfredo Alonso López, al director de la Policía Municipal, Honorio Salinas Garay, y a cinco agentes que se encontraban en servicio.
Este cruel ataque, que ocurrió a plena luz del día, estuvo marcado por una brutalidad sin precedentes, ya que los delincuentes no solo acribillaron a las autoridades, sino que también capturaron a seis agentes que se habían rendido previamente y los ejecutaron sin piedad.
El escenario de la tragedia estaba lleno de más de 300 casquillos percutidos de fusiles AK-47 y R-15, testimonio de la violencia extrema con la que se llevó a cabo esta emboscada.
Coyuca de Benítez, un municipio gobernado por el político morenista Osiel Pacheco, ha sido escenario de una lucha territorial entre tres grupos criminales: “Los Güeritos” del Cártel Jalisco Nueva Generación, “Los Sierreños” o “Los Arizmendi”, y los hermanos “Los Granados”. A esta complicada situación se suma el intento de la Familia Michoacana por infiltrarse en la zona, consolidando su presencia en diversos municipios de la Costa Grande, incluido Petatlán.
La brutal emboscada no solo ha dejado un luto profundo en Coyuca de Benítez, sino que también ha generado preocupación en la región. La Fiscalía estatal ha tomado medidas drásticas al retirar al personal administrativo de sus agencias del Ministerio Público en municipios como Arcelia, San Miguel Totolapan y Coyuca de Catalán, en Tierra Caliente, debido a la creciente inseguridad.
Esta trágica emboscada destaca la urgencia de abordar la creciente violencia en diversas regiones de Guerrero, que afecta tanto a las autoridades como a la población. Las autoridades estatales y federales deben tomar medidas contundentes para restaurar la seguridad en la región y prevenir futuros actos de violencia indiscriminada como el ocurrido en El Papayo.
