En Seguridad… Mujeres, feministas, políticas, académicas y ciudadanas unidas, denunciamos el atropello de nuestros derechos por la ideología de la identidad de género

Redacción México.- Mujeres, movimientos feministas, políticas, académicas y ciudadanas organizadas unimos nuestra voz para denunciar los abusos de la ideología de identidad de género, que nos impone falsas realidades de forma violenta, aplastante, arbitraria y contraria a la verdad contrastable.

 

Nos preocupa que las instituciones actúen de manera contraria a su razón de ser porque lejos de velar y garantizar nuestros derechos, los atropellan y nos castigan por disentir y expresar en libertad nuestro pensamiento. Eso ocurrió con la injusticia que cometió la sala regional especializada del Tribual Electoral del Poder Judicial de la Federación con la diputada Teresa Castell. ¿Acaso el tribunal sabe más que las mujeres sobre nuestra identidad, experiencia, cuerpo y realidad existencial de ser mujer?

 

Preocupa que una política, que goza de inmunidad por las opiniones que manifieste en el desempeño de su cargo haya sido acusada de ejercer violencia política contra un hombre que se auto percibe como mujer, por nombrarlo como lo que es y que, por el contrario, a él se le exima por ofender, denostar, increpar y amenazar a la denunciada, excusando su actuar por pertenecer a una minoría históricamente discriminada.

 

Levantamos la voz como mujeres mexicanas y declaramos que no somos una categoría sustituible, una moda o un sentimiento desechable. Reclamamos el reconocimiento y respeto de nuestra existencia como mujeres, así como el de nuestros derechos basados en el sexo.

 

Denunciamos la persecución que desde diversos espacios se ejerce contra nosotras, mujeres que disentimos de la narrativa hegemónica de la identidad de género y que decidimos expresar sin miedo lo que pensamos y lo que nos preocupa.

 

Por todo esto, hacemos un llamado URGENTE para que, en nuestro país, en lugar de imponerse y doblegarse ante la ideología de la identidad de género, se propicie el necesario e impostergable debate. Ya en España, el Reino Unido, Suecia, Estados Unidos y países latinoamericanos con Argentina en primer lugar, podemos ver las serias consecuencias, que están afectando principalmente a niñas, niños, jóvenes y mujeres, razón por la cual, ya están dando marcha atrás. Sería muy soberbio no escucharlos y no aprender de su ejemplo.

 

Solicitamos una reunión con la Junta de Coordinación Política para poder entablar un dialogo, así como mesas de trabajo que permitan revisar las iniciativas y leyes que pretenden imponer la identidad de género.

 

Exigimos que nuestros diputados y diputadas prioricen políticas públicas que coadyuven a resolver los verdaderos problemas que nos afectan como mujeres: ausencia de justicia, violencia, impunidad, inseguridad, inexistente atención a la salud integral, pobreza, desigualdad de oportunidades, por mencionar algunas de las muchas deudas pendientes del Estado con nosotras.

 

La determinación contra Teresa Castell es una advertencia a todas las mujeres: tengan miedo de hablar, tengan miedo de pensar por sí mismas, tengan miedo de disentir, porque miren lo que les puede pasar.

 

Pero nos negamos a tener miedo y nos negamos a callarnos. Vivimos en una democracia y apostamos por el libre intercambio de ideas.

 

Exigimos que la Diputada Teresa Castell, no sea sancionada por decir la verdad, se quite del registro de agresores por cometer violencia política y se le ofrezca una disculpa pública por parte de las autoridades.

 

Sancionar a una, es sancionarnos a todas.

 

Por la defensa de nuestra esencia, presencia, libertad de expresión y pensamiento

 

Mujeres, movimientos feministas, políticas, académicas y ciudadanas organizadas

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