PRESIDENTA CON “A”
Números Rojos / Brenda Caballero
¡200 Años tuvieron que pasar para que México tuviera su primera Presidenta! 200 años de Independencia para que se rompiera el Techo de Cristal y se lograra que una mujer se sentara en la silla presidencial.
200 Años de lucha de mujeres que a través de la historia pugnaron por sus derechos en un país donde la política era dominada por hombres.
Es de reconocer que algunos de ellos han cedido poco a poco sus espacios mediante el acuerdo, pero no todos; en algunos casos, ellas han tenido que arrebatárselos mediante la lucha y hasta la denuncia. Así es como se ha logrado llegar a la Paridad en Todo.
Una Paridad que hoy nos lleva a tener a la Primera Presidenta de México y de América del Norte en la figura de Claudia Sheinbaum Pardo quien gobernará del 2024 al 2030.
No es menor su triunfo, pues 35 millones de mexicanas y mexicanos votaron por ella en un país considerado machista y hasta no preparado para ser gobernado por una mujer.
La semana pasada Claudia Sheinbaum Pardo recibió su constancia de mayoría por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que la acredita como la Primera Presidenta Electa de México y allí dio un discurso que seguramente cambiará el chip de la sociedad.
De sus palabras resalto la frase que ya traía desde la campaña: “No llego sola, llegamos todas”; cita que ha servido de empoderamiento mutuo entre ella y otras mujeres políticas que han llegado a otras dependencias y organismos como parte de la paridad y el feminismo.
Cuando habla en su discurso de “llegar todas”, habla de las mujeres visibles y también las invisibles, de nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas, así como de las más vulnerables por las cuales se compromete a luchar para seguir construyendo igualdad y libertad para todas las mexicanas.
Sin duda esta parte de su discurso debe cobrar fuerza en el análisis de sus primeros 100 días, ya que siendo un país con más mujeres que hombres, que igual se refleja en el padrón electoral, ella obtuvo menos votos de las mujeres.
¿Por qué Claudia obtuvo el 62 por ciento de votos por parte de hombres y el 56 por ciento de las mujeres? ¿No sintieron el empoderamiento femenino o no fue suficiente el “No llego sola, llegamos todas”?
En su discurso resaltó cómo quiere ser llamada durante su mandato: Presidenta con A. Hasta parecía mensaje subliminal a Gerardo Fernández Noroña, quien tuvo que hacer un “en vivo” para decir que tendrá que cambiarse el chip y ya no la llamará “compañera presidente” como había dicho anteriormente, por sentirlo él más cómodo.
Con ello, Claudia deja un precedente para ahorrarse la confusión de los que hoy en día aún tienen dudas del lenguaje inclusivo.
Estamos a un mes y días de que Sheinbaum tome posesión de la Presidencia y las preguntas surgen: ¿Mejorará la calidad de vida de las mujeres con una Mujer Presidenta del País? ¿Seguirá la Paridad o habrá retroceso?
La llegada de Claudia debe ser un momento histórico en el país, el que hemos esperado muchas mujeres, no importa el color partidista, debemos celebrar el rompimiento del techo de cristal, pues de sus hechos y acciones “que el pueblo se lo demande”.