Trabajo, derechos y obligaciones
El Confesionario de Rasputín
El Confesionario de Rasputín
Por: Francisco Rubén Chávez Osorio
El verano está en plenitud, las madres y padres de familia haciendo malabares para las ceremonias y festejos de finales de cursos y graduaciones…
Restauranteros y hoteleros gozando de la temporada, los prestadores de servicios; y en estos cabe decirlo, de la calidad y nivel que sea, aprovechando la temporada vacacional, y lo digo porque ciertamente no todos los prestadores de servicios están a la altura para recibir al turismo que logra venir a la entidad y propiciar una derrama económica en la zona metropolitana.
Pero, no todo mundo tiene vacaciones, muchos debemos continuar muestra labor cotidiana; así funcionamos como sociedad, y justamente hablando de esto, apenas hace un par de días nos enteramos a través de varios medios de comunicación de un caso particular: resulta que, en pleno corazón de la ciudad, en la emblemática “Torre Pemex”, que por cierto ya comparte ciertos espacios o pisos con personal de CONAGUA que ha llegado de oficinas centrales. Y el tema es que los trabajadores petroleros pertenecientes a la sección 9, se manifestaron de manera pacífica, en protesta ante la falta de cumplimiento en cuanto a varias condiciones para poder desarrollar sus funciones; caso particular es el que no se les ha reparado el elevador para poder estar subiendo y bajando durante la jornada laboral esos 8 pisos con los que cuenta. Como bien sabemos está consagrado en nuestra Constitución Política en su artículo 123 y en la propia Ley Federal del Trabajo, donde en su parte respectiva dice lo siguiente: “El trabajo digno o decente también incluye el respeto irrestricto a los derechos colectivos
de los trabajadores…”, y más adelante en su artículo tercero establece que “el trabajo es un derecho y un deber social…que debe efectuarse en condiciones que aseguren la vida digna y la salud para las y los trabajadores”, además de que los derechos de los trabajadores se encuentran plenamente descritos en su contrato colectivo en vigor, así como en su Reglamento de Seguridad e Higiene de la empresa productiva del estado y sus subsidiarias.
Es decir, no es un capricho por parte de los trabajadores, ni tampoco resulta ser una especie de dadiva que les quiera por gusto obsequiar la empresa, que en términos de relación laboral se llama “patrón”.
Observaba también en algunos portales de noticias principalmente a través del Facebook reacciones y comentarios, tales como: “que se conformen con lo que ganan”, “debieran aguantar si tienen trabajo”, etc… si bien es cierto que tener un trabajo es una dicha y bendición, ese tipo de comentarios sin duda muy desatinados o bien bajo alguna directriz mal intencionada, y que al final tristemente solo reflejan el desconocimientos de todo trabajador, que como lo mencioné se encuentra consagrado en nuestra carta magna, ya que la Constitución Política y la Ley Federal del Trabajo aplican para todos los trabajadores en nuestro país.
Hasta el día de hoy los trabajadores se presentaron de manera habitual, pero permanecieron desde las 08:00 horas hasta las 12 horas, en que se incorporaron a sus labores, como lo han estado haciendo estos días y la pregunta es ¿hasta cuándo el patrón solucionará tal situación?
Resulta incongruente como la empresa que ha servido y sirve en gran medida de basamento económico al país con una ubicación estratégica a nivel nacional como el primer puerto de México, con terminal marítima, puntos de venta, y los famosísimos campos ixachi entre otros y no se pueda disponer para proporcionar las condiciones que se requieren para que los trabajadores realicen sus labores como lo marca la propia ley.
¿Cómo entender tal situación de manera fácil?…
Dijera el comediante “Qué alguien me explique” …
Hasta aquí mi comentario, los espero en el confesionario.