La batalla de Tolome

El Confesionario de Rasputín / Por: Francisco Rubén Chávez Osorio

Reza el dicho que “nadie ama lo que no conoce”, y es rotundamente cierto, y es digno de reconocer los esfuerzos que realizan investigadores y cronistas que mientras unos realizan arduos trabajos, otros complementan con recopilarlos para colaborar en la permanencia de una memoria bien local o colectiva y que permita a los ciudadanos de bien conocer de su historia y propagarla de generación en generación.

 

Hoy el dato a referir tiene que ver con el trabajo inicial de un inquieto comunicólogo originario de la ciudad de Veracruz y egresado de la Universidad Veracruzana, Mario Jesús Gaspar Covarrubias, apasionado por la historia del estado y que en medio de esa inquietud característica en él, ha caminado literalmente cientos de kilómetros a lo largo de varios años en la búsqueda de mapas, evidencias, trazos, vestigios, narraciones de pobladores, etc., que han podido servir como pruebas fehacientes de sus múltiples artículos, producto de la investigación que dicho sea de paso ha sido financiada en su mayoría por si mismo o bien con apoyo de algunas personas afines, de tal suerte que en ese afán de búsqueda e investigación creó el Equipo de Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México (EXESCR). Así un día el investigador descubre datos interesantes y se da a la tarea con parte del equipo en diversas ocasiones de realizar trabajo de campo en el municipio de Paso de Ovejas, siendo Tolome la pieza principal de interés al descubrir una batalla llevada a cabo un 3 de marzo del año de 1832 con la finalidad de defender el orden constitucional.

 

Ahora bien, ¿Por qué tanto ruido?

 

Esta batalla fue entre las tropas del general Antonio López de Santa Anna quien se rebeló contra el gobierno del general Anastasio Bustamante, y se enfrentó al general José María Calderón en el cual resultara Santa Anna con grandes pérdidas cuyo registro histórico fue de 413 elementos de tropa y 32 oficiales comandados por Santa Anna tomados prisioneros y enviados a la fortaleza de Perote, así como 112 muertos entre ambos bandos, además de 146 heridos.

 

Y fue justamente ahí en la fortaleza de Perote gracias a que un ingeniero alemán de nombre Edouard Harkort y colaborador muy cercano a Santa Anna, narró en una especie de diario estando prisionero su versión de hechos, que con el pasar

 

del tiempo logró ser traducida y esa misma fuente ha sido de gran valía para la investigación y dato referente de la misma.

 

Hoy en el marco de la conmemoración del aniversario 191 del hecho histórico el comité organizador del evento que agrupa al propio de Estudio y Exploración del Camino Real, la agencia municipal, Tolome Unido, y miembros de la sociedad civil de Tolome están participando para que se logre difundir entre las escuelas de la comunidad y el municipio, así como la sociedad civil y recuperar esta memoria histórica de gran impacto, ya que esta escena sirvió en su momento para que los estados que se encontraban indecisos en la rebelión se unieran y al final dieran el triunfo a Santa Anna un año después.

 

En escritos del investigador enuncia que una vez en el poder Santa Anna “Ordenó exhumar los restos de 112 muertos en la batalla de Tolome, que pasaron a ser propiedad del gobierno. Las exequias se realizaron el 28 de marzo de 1833 participando el ayuntamiento y el ejército. Se ordenó darles sepultura en el nuevo Cementerio General de Veracruz. Esto se realizó hasta 1834, colocándose una lápida en el sepulcro con la inscripción “A la gloria de los veracruzanos, la memoria de sus ilustres víctimas en Tolome-El Congreso de 1833”. Se otorgaron además pensiones vitalicias a las viudas de los combatientes fallecidos sin importar el rango”

 

Así este acto cívico ha ido recobrando la importancia que se merece, entre otras se colocó una placa informativa en la glorieta de la colonia el paraíso, un monumento alusivo en el parque de la comunidad y así paulatinamente, ahora con el interés y participación activa de personal docente de las escuelas de la propia comunidad y de otras cercanas, lo cual es motivante para el objetivo que se busca.

 

Aprovecho la ocasión para felicitar a mis paisanos, amigos y quienes se suman día con día para conservar y difundir este tipo de hechos históricos (porque no es el único que se ha vivido en Tolome), y en su momento también hablaremos de ello.

 

Hasta aquí mi comentario y que ¡viva Tolome!

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